El Templo de Aranzazú



Tomó el nombre de Aranzazú, porque cuando se le apareció la Virgen a un pastor vasco, éste le preguntó: ¿Aranzasúa?, que significa: ¿"Tú en mi espino?". Esta iglesia formó parte del gran conjunto del Convento de San Francisco y se construyó gracias a la ayuda de la familia Basauri.

La construcción estuvo a cargo de Fray Pedro Iñigo Vallejo y fue levantada por los años de 1749 a 1752. Tiene un pórtico dórico, de hornacina barroca que alberga a una escultura de la Virgen de Aranzazú; el frontis lo corona una bella espadaña y tres ventanas de arco de medio punto y tiene grandes medallones de santos.
La nave de bóveda de nervadura y contiene tres excelentes retablos, el mayor posee las imágenes de la Virgen de Aranzazú, San Joaquín y Santa Ana,



San José, San Francisco y Santa Isabel, Juan Bautista, Juan Evangelista y El Sagrado Corazón; es todo dorado y en el remate presenta al Padre Eterno.Entrando al templo, el retablo de la derecha, esta dedicado a San José y el de la izquierda tiene una Virgen Dolorosa y lienzo de San Juan, María Magadalena y las dos Marías

En la época del padre Rafael Hernández fueron retocados los altares, bajo la supervisión del reverendo Fray Luis del Refugio y Basave; también se restauraron algunos detalles de los retablos, hechos por el tallista Simón Càzares.



 


 
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