Exactamente frente a la catedral entre las calles Hidalgo, Morelos
y Av. Alcalde, se encuentra esta popular plaza conocida primero como Plaza
del Ayuntamiento, Plaza de la Fundación, Plaza de los Laureles y
desde 1992, Plaza Guadalajara; le sirve de "atrio laico" a la
Catedral y de "vestíbulo" al Palacio Municipal.
La historia de esta plaza comienza en la administración de Jesús
González Gallo, que fue cuando se comenzó a derribar todas
las construcciones de esta área para construir un estacionamiento
subterráneo y sobre éste, la plaza que vemos actualmente.
En el gobierno del licenciado Agustín Yáñez, la administración
anterior dejó hecha la mitad de la excavación y una tercera
parte de la bóveda,
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al mismo señor Yañez lo tocó finiquitar el amparo
que había sido interpuesto por los propietarios de la finca que
había quedado en pie y terminar totalmente la construcción,
tanto del estacionamiento como de la plaza.
Al poco tiempo se terminó por completo con la obra, costando
en total un millón ochocientos mil pesos (estacionamiento, plaza
y fuente), la historia nos cuenta que "en acuerdo del 2 de febrero
de 1955, el Ejecutivo cedió el usufructo del estacionamiento subterráneo
de la Plaza del Ayuntamiento al Patronato de la Asistencia, con aplicación
expresa de sus rendimientos, por mitad, para desayunos escolares y biberones
a lactantes desnutridos".
En la parte céntrica de la plaza, se construyó una fuente
en el periodo 1953 a 1956, y se hizo para conmemorar la fundación
de esta ciudad, es por eso que ostenta el escudo de armas de esta ciudad.
La fuente fue diseñada por el arquitecto Ignacio Díaz Morales,
como dicen que Guadalajara es "La Perla de Occidente", la fuente
fue simbolizada por una gran media perla de cantera y en el centro se colocó
un cuerpo cilíndrico para sostener la pértiga símbolo
de la autoridad, rematada con el escudo de la ciudad, estos símbolos
son de metal.
La fuente está asentada sobre una gradería circular que aumenta
en mucho su altura, la plaza tiene más de una veintena de macetones
de concreto, que también sirven como bancas. Actualmente en el estacionamiento
subterráneo, se construyeron 92 locales de cinco metros cada uno
(en promedio), para darles albergue a los locatarios que operaban en los
ya eliminados pasajes comerciales de la avenida Juárez, los cuales
funcionaron aproximadamente 50 años al servicio de los tapatíos.
Fue necesario "quitarle" unos 400 metros cuadrados al estacionamiento
(del lado sur) para dar cabida a los locales. Este nuevo pasaje comercial
cuenta con tres ingresos, por Alcalde, Pedro Loza y Morelos.
Desde que fueron despojados de sus antiguos locales, los locatarios ocupan
provisionalmente "El Jardín de los Poetas", a un costado
del templo de San Francisco. En la esquina frente al Sagrario Metropolitano,
primero estuvo una casa que servía para guardar los automóviles
de los dignatarios eclesiásticos, después la casa de Lázaro
Gallardo y la librería de Eusebio Sánchez; mucho tiempo funcionó
un estudio fotográfico, la Escuela Lancasteriana y el Consulado
inglés. Al tiempo se construyó un edificio de tres pisos
que permaneció hasta principios de los años cincuenta, el
cual tenía en su planta alta el Cine Lux, fundado por Luis Pérez
verdía, que por varios años fue el más elegante y
exclusivo de la ciudad; en la planta baja estaba el Banco de Londres y
México. Hubo un boliche y también estuvo el Club Jalisciense
hasta que el edificio se demolió para darle vida a la plaza actual,
"La Plaza Guadalajara".
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