El joven abogado Mariano Otero tuvo la idea de que se construyera un
penal moderno y le comentó al Gobernado del Estado Antonio Escobedo
su inquietud. Esta apoyó el proyecto y se pusieron manos a la obra;
el sábado 24 de mayo de 1845 se colocó la primera piedra
de la futura Penitenciaría de Escobedo. El encargado de hacer los
primeros planos para este proyecto fue el arquitecto Carlos Nebel, estos
planos tuvieron que ser modificados por el arquitecto Juan Ramón
Cuevas, debido a que los planos de Nebel se elaboraron sobre un terreno
inmediato a la cervecería "La Perla", pero por ese año
Fray Manuel de San Juan Crisóstomo Nájera cedió la
huerta del Convento del Carmen con la finalidad de que se erigiera ahí
la nueva penitenciaría; la huerta de las carmelitas llegaba hasta
donde está el actual edificio de la Universidad de Guadalajara.
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Los trabajos de la fábrica estuvieron a cargo del ingeniero
David Bravo y en lo referente a las cuestiones de financiamiento los solventó
Francisco Martínez Negrete. Terminado el edificio fue bendecido
por el canónigo José Luis Verdía, hay que hacer notar
que para su época la Penitenciaría de Escobedo fue modelo
en su género y por lo mismo fue la mecha que inicio formalmente
los estudios de penales modernos. |
De 1876 a 1924 los directores de esta penitenciaria fueron: Juan Alatorre,
Licenciado José María Gutiérrez, Mateo del Muro, José
Guarro, Clemente Muñoz, Joaquín Rosado, Luciano Gallardo,
Rosendo Híjar y Haro, Licenciado Basilio E. Aguilar, Coronel José
María Lopetegui, Francisco Munguía Torres, Leónides
Iñiguez de la Torre, José Palomar y Vizcarra, Coronel Ignacio
Montenegro, Abraham Contreras Medellín, Coronel Fidencio González,
Adolfo Rico, Fermín Amezcua, Alberto Híjar y Haro, José
Sóstenes Mercado, Cayetano Vidrio, Isidoro Rodríguez Martínez,
Francisco Pérez Gil, Juan C. Córdova, Francisco Yepez, Justo
González, Ignacio E. Rodríguez, General Secundino E. Delgadillo
y José Becerra.
En distintas épocas fungieron como interinos o encargados de
la Dirección Mateo León, José Padilla González,
Primitivo Riveras, Teniente Coronel Claudio Fox, Ignacio Rodríguez,
Everardo Tejada, I. Calleros, M. Gómez Medina y Esteban Loera. Durante
la administración del Gobernador José María Cuellar,
allá por 1930 se inició la edificación de la Penal
de Oblatos y fue inaugurada tres años después; la Penitenciaría
de Escobedo fue derrumbada ese mismo año, al destruirse esta cárcel
se construyó el Parque de la Revolución y fue inaugurado
por el Gobernador del Estado Sebastián Allende el 28 de febrero
de 1935.
Este parque fue proyectado por los ingenieros Juan José y Luis
Barragán. Esta penitenciaría tenía una fachada elegante
con un pórtico al estilo dórico rematado por un gran reloj
público, en algunos de los pasillos de su jardín estuvieron
los populares "evangelistas", quienes eran los que redactaban
todo tipo de cartas, primero a mano, utilizando la tinta "huizache"
y después usando las primeras máquinas de escribir que llegaron
a esta ciudad a fines del siglo pasado. José Antonio Escobedo fue
el cuarto gobernador (constitucional) del Estado, llevando a su nombre
la antigua penitenciaria y jardín ya desaparecidos.