El primer hospital que tuvo Guadalajara se llamó "Hospital
de la Santa Veracruz", nos cuenta el señor Mota Padilla que
allá por 1553, cuando aún la capital del Nuevo Reino de Galicia
era Compostela, el rey les dijo a los oidores que le informaran si era
conveniente o no poner en dicha ciudad un hospital, para que en él
"se curasen los indios enfermos, y que éste fuera de patronazgo".
Los vecinos de Guadalajara se enteraron de que el rey quería fundar
un hospital en Compostela, y "con santa emulación determinaron,
a costa de sus limosnas, fundar otro en la dicha ciudad de Guadalajara,
y para ellos les pareció conveniente el que, pues ya tenían
fundada la primera cofradía del reino con el título de la
Santa Veracruz y Sangre de Cristo, sería bien el que sus cofrades,
entre los demás ejercicios espirituales, se ocupasen y ejercitasen
en oficios de caridad, asistiendo a los enfermos pobres que lo necesitasen,
y para ello agregaron a la capilla de su cofradía la hospitalidad".
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Los cofrades solicitaron licencia del Cabildo sede vacante para poder
levantar el hospital, así que el 29 de marzo de 1557 les fue concedido
el permiso ; los mismos cofrades se aventaron el compromiso de que todos
los gastos de construcción, fundación y sostenimiento del
hospital, serían por cuenta de ellos. El hospital se fabricó
a un costado de la capilla de la cofradía, que viene siendo donde
actualmente está el templo de San Juan de Dios. "Era un edificio
pobre, de adobe, como todos los de Guadalajara en aquella época.
Todo se reducía a unos cuantos cuartos".
Pasó el tiempo y la ciudad creció, también aumentaron
los enfermos y el hospital fue ya insuficiente para cumplir con su misión
;así que el Cabildo Eclesiástico le pidió ayuda económica
al rey para ampliar el hospital, "haciendo un cuarto grande"
para mejorar el servicio. El historiador Antonio Tello nos dice que el
rey contesto que : "Por parte del cabildo de esa ciudad (Guadalajara)
se me ha hecho relación que el Hospital de la Veracruz de ella es
muy pobre y en él se curan todos los pobres enfermos que hay en
esa provincia y viene a ella de otras partes, y si hubiese posibilidad,
se podría hacer un cuarto grande de casa a donde se curasen los
naturales de los pueblos comarcanos y se les diese sustentación
suficiente hasta que estuviesen convalecientes, que por falta de no lo
tener ni quien mire por ellos, se mueren muchos suplicándole le
hiciera merced de mil educados de renta para el dicho efecto ; y porque
quiero ser informado de lo que esto pasa y convendrá proveer, y
siendo yo servido de haber alguna merced para los sobre dicho, en que se
le podría hacer que no fuese de mi hacienda, os mando que luego
me enviéis de ello con vuestro parecer dirigida a mi Consejo de
Indias, para que vista provea lo que convenga...". (3 de junio de
1588).
Arturo Chávez Hayhoe nos cuenta que : "Algún tiempo
después accedió el rey en dar su cooperación que consistió
en un donativo de 5,000 pesos, "y no más", por una sola
vez, y no en forma de renta pública como lo había solicitado
el cabildo. Antes de que llegara esta dádiva ya los cofrades habían
logrado su deseado "cuarto grande", de que tanta necesidad tenía
el hospital ; fue una pieza de treinta varas, más un cuarto de luego,
por seis varas, más un cuarto de ancho, (25 por 5 metros aproximadamente),
con un cupo de 16 camas en tiempos normales y hasta veinticinco en casos
de epidemia o de demasiada solicitud de hospitalidad". "El cuidado
del hospital estaba bajo la vigilancia de un grupo de cofrades reunidos
en cabildo y gobierno, que se haría por elección entre los
mismos cofrades" ; como a principios del siglo XVII los hermanos juaninos
pisaron la Nueva España, los cofrades del Hospital de la Veracruz
de esta ciudad, hicieron gestiones para traer a estos religiosas para que
se hicieran cargo del nosocomio, "ya que su fin y oficio es cuidar
enfermos".
Los juaninos aceptaron venir y a principios de julio de 1606 ya estaban
haciendo los trámites necesarios para su fundación. Así
como analizando y comentando las condiciones antes de hacerse cargo de
dicho hospital. Exactamente el 11 de julio de 1606, los religiosos tomaron
posesión del hospital solemnísimamente. Fray Antonio Tello
en su "Crónica Miscelánea de la Provincia de Xalisco"
(foja 607 frente) nos informa de esta ceremonia de posesión : "E
luego, incontinenti, el dicho alcalde en cumplimiento de lo pedido por
los religiosos que son, el padre Fray Bruno de Avila, el padre Fray Andrés
de Alcarás, y el padre Fray Francisco Ferrer, les dio la posesión
de la dicha casa, y los dichos religiosos la tomaron y entraron en la enfermería,
y cerraron y abrieron las puertas de ella, y lo mismo en la iglesia y sacristía
de ella, echando fuera de la dicha casa a las personas que pudieron salir,
todo lo cual dijeron que había en señal de la dicha posesión
que así tomaron, de la cual yo, el dicho escribano, doy fe, que
le dicho alcalde metió por la mano a los dichos religiosos en la
sala principal de este dicho hospital, y todo lo cual dijeron que hacían
con señal de la posesión que tomaban..." (El primer
superior o Hermano Mayor fue fray Andrés de Alcarás).
Al quedarse los juaninos definitivamente le cambiaron el nombre al hospital,
poniéndole el nombre del santo de la Orden, San Juan de Dios. Lucia
Arévalo Vargas en su "El Corazón de Guadalajara"
nos dice referente al hospital que : "Los servicios hospitalarios
no han de haber mejorado mucho, puesto que para el año de 1624 ;
era tan estrecho y pobre que de 1620 a la fecha (24) había atendido
a 200 enfermos internos, sin contar religiosos, clérigos y otros
huéspedes. Escasos y elementales eran los medicamentos pues en sus
buenos tiempos la botica contaba con "un bote de ungüento de
acar, unos polvos llamados sandalinos y un poco de ungüento ajiciaco".
Sin embargo, ya para la primera mitad del siglo XVIII el Hospital de San
Juan de Dios tenía una sala de treinta varas de largo por seis de
ancho y en ella cabian dieciséis camas. El 3 de mayo de 1726 dio
principio la construcción de la nueva iglesia de San Juan de Dios,
para sustituir de la ermita de la Santa Veracruz que fue demolida ; la
nueva edificación sorprendió en su época por la rapidez
con que fue realizada, ya que se dio por concluida el 8 de marzo de 1749".